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EL PADRE RUTILIO GRANDE, EL PASTOR DE LA JUVENTUD

Jóvenes de El Paisnal participan en la peregrinación que salió desde el parque central de Aguilares hasta El Paisnal.

Iván Escobar Geovani Montalvo

Redacción Diario Co Latino

El padre Rutilio Grande es uno de los mártires del pasado conflicto armado salvadoreño, a la vez, se constituye en uno de los principales referentes para la juventud de este país, principalmente aquellos que residen en las comunidades de la zona norte del país.A 34 años del asesinato, el 12 de marzo de 1977, las anteriores y nuevas generaciones de pobladores de municipios como Apopa, Aguilares, El Paisnal, Suchitoto, San Salvador, entre otros, ven en la memoria del padre Grande una herencia positiva que contribuye al conocimiento de las injusticias que se dieron en el pasado y que siguen vigentes.El pasado fin de semana se conmemoró un aniversario mas del asesinato, junto a dos hombres Manuel Solórzano, de 72 años y Nelson Rutilio Lemus, de 16. Sus acompañantes irónicamente, representaron en aquel momento a los adultos y jóvenes, que cada año recuerdan al pastor, al mártir, de quién lograron entender la palabra de Dios y ser solidario con los más necesitados.Hoy en día sus seguidores son en gran medida jóvenes, quienes a pesar de su corta edad se identifican con el padre Grande, y quién luego de los estudios en el seminario “San José de la Montaña”, retornó a su pueblo Aguilares, para atender a su gente.Nunca se imaginó al igual que sus verdugos representados en los Escuadrones de la Muerte de la época, que su palabra seguiría latente tres décadas después de ese hecho. El padre Rutilio regresó el 24 de septiembre de 1972 a Aguilares, allí fue uno de los jesuitas responsables de establecer las Comunidades Eclesiales de Bases y de entrenar a los líderes, llamados delegados de la palabra, recuerda el padre Rutilio Sánchez, hoy en día.El movimiento que el padre Grande lideró fue interpretado por el Gobierno de la época como un desafío a la autoridad, tomando en cuenta que los llamados delegados de la palabra iniciaron la organización campesina frente los terratenientes.El 13 de febrero de 1977, a un mes para que se cometiera el asesinato de Grande, en “el sermón de Apopa” hizo una denuncia pública por la expulsión del padre Bernal, lo que pudo ser la causa del martirio.En esa oportunidad el religioso expresó: “queridos hermanos y amigos, me doy perfecta cuenta que muy pronto La Biblia y el evangelio no podrán cruzar las fronteras. Sólo nos llegarán las cubiertas, ya que todas las páginas son subversivas-contra el pecado, se entiende. De manera que si Jesús cruza la frontera cerca de Chalatenango, no lo dejarán entrar. Le acusarían al Hombre-Dios… de agitador, de forastero judío que confunde al pueblo con ideas exóticas y foráneas, ideas contra la democracia, esto es, contra las minorías. Ideas contra Dios, porque es un clan de Caínes. Hermanos, no hay duda que lo volverían a crucificar, y lo han proclamado”.Una conmemoración anualAño con año las comunidades que recuerdan al padre Rutilio Grande, desarrollan una peregrinación cada 12 de marzo, desde el parque central de Aguilares, en procesión recorren el camino de su pastor y luego participan en una misa en su memoria.Pablo Ponce Rodas, de 21 años, reside en la comunidad San Jorge, de San Pablo Tacachico, como muchos el sábado 12 llegó hasta el lugar donde 34 años atrás fue asesinado el religioso y sus acompañantes. Recuerda que él no le conoció pero a través de su familia ha conocido al hombre, al pastor y al mártir, a quién define como “un gran ejemplo para nosotros los jóvenes, porque él nos dejó el valor de luchar por nuestros ideales”.Carmen Lucero, de la parroquia San José de Quezaltepeque, comentó que el motivo de participar en esta actividad de conmemoración es porque la historia nunca debe olvidarse.“Este acontecimiento de nuestro padre Rutilio no debe ser olvidado para que no se repitan las injusticias, para vernos libres de estas situaciones que agobian al pueblo; estamos aquí con mucho entusiasmo y con mucha alegría y nos sentimos orgullosos de tener sacerdotes que lucharon por nosotros”, agregó la joven.Mensaje de organizaciónRutilio Grande siempre denunciaba, a la luz del evangelio y del Concilio Vaticano II, la pobreza, como una injusticia estructural, y como un auténtico profeta sus denuncias siguen vigentes en nuestra época.“Su palabra, su anuncio y su denuncia, su esperanza, ese es el mensaje de él, la organización, él insistía mucho en la organización y el compromiso con el evangelio”, reiteró el sacerdote Rutilio Sánchez.Hoy con el neoliberalismo la esclavitud se presenta por el hambre, por la sociedad consumista, por la marginación de los pueblos, por el aumento de la pobreza y las enfermedades, de acuerdo a Sánchez.Entonces el reto ahora es un recomenzar, el reto es la juventud, recuperar la juventud. Ahora se le ataca a la juventud como si la juventud fuera un mal, la juventud está respondiendo como el pez responde en el agua nadando, la juventud que nace en la violencia responde con violencia, añadió.“¡No nos engañemos! Las estadísticas de nuestro pequeño país son pavorosas a nivel de salud, a nivel de cultura, a nivel de criminalidad, a nivel de subsistencia de las mayorías, a nivel de tenencia de la tierra. Todo lo arropamos con una falsa hipocresía y con obras suntuosas”, denunciaba Grande en su tiempo e insistía en la organización, “nos tenemos que salvar en racimo, en mazorca, en matata, o sea, ¡en comunidad!”Llamado a la iglesiaEl padre Rutilio Sánchez enfatizó que la iglesia como jerarquía tiene que renovarse, la cúpula de iglesia debe reorientar su trabajo y aportar seriamente a la construcción de la justicia social, con la luz del evangelio, una palabra que exige verdad y justicia.“La iglesia jerarquía tiene que reconvertirse, en el prestigio y en la aceptación que le da el pueblo está infinitamente obligada con el pueblo a reconvertirse porque ahora las iglesias jerárquicas no producen esperanza, se han vuelo cómplices del dinero, del dios neoliberal”, denunció Sánchez.“Prácticamente el sacerdote y el simple cristiano que ponen en práctica su fe, según las sencillas y simples líneas maestras del mensaje de Jesús, por fidelidad ha de vivir entre dos polos exigentes: la Palabra de Dios revelada y el Pueblo, el de siempre, el de las grandes mayorías, el del margen del camino, el enfermo que clama, el esclavizado, el que está al margen de la cultura, el que tiene mil alienaciones, el que vive en un sistema feudal de hace siglos”, predicó Rutilio Grande.