Bloque Popular Revolucionario BPR 30 de Julio 1975 Beligerantes

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sábado, 4 de julio de 2009

Aclaraciones Necesarias

Por José Antonio Morales Carbonell

Hace unos días llegó a mis manos la autobiografía de Salvador Sánchez Cerén1 (Leonel González), actual candidato a la Vice Presidencia de la República por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

En el escueto capitulo dedicado a los trágicos “sucesos de abril de 1983 en Managua”, que culminaron con el bestial asesinato de Mélida Anaya Montes (Ana María) y el suicidio de Salvador Cayetano Carpio (Marcial), Sánchez Cerén sostiene que las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) siempre consideraron que el asesinato de Ana María era obra de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) y descartaron la versión de la policía sandinista de que se trataba de un grupo de las mismas FPL2 .

La dirección de las FPL siguió creyendo supuestamente en la inocencia de Marcial, a pesar de que la seguridad del gobierno sandinista les informó lo contrario el 12 de abril de 1983: “Ese día –afirma Sánchez Cerén– nos informaron que todo apuntaba a Marcial como el autor intelectual del crimen. Temíamos por Marcial pero al mismo tiempo no podíamos creer que los sandinistas pensaran en él como culpable”3 .

Marcial se suicidó precisamente la noche del 12 de abril, justo un día antes de que lo trasladaran a Cuba. En su entrevista con Marta Harnecker en 1991, Sánchez Cerén dijo por primera vez que “ya cuando todo estaba aclarado se le planteó [a Marcial] la opción de viajar a otro país, pero él se decidió por el suicidio”4 .

Sin embargo, en su reciente entrevista con Tomás Andréu, en enero de 2008, Sánchez Cerén cambia su versión y sostiene únicamente que le dijeron a Marcial “que se fuera a un lugar seguro (La Habana)”, ya que no descartaban que pudiera sucederle algo, pero éste consideró el traslado como “una detención”5 .

Al referirse al suicido en su libro, Sánchez Cerén afirma lo siguiente: “Esa noche del 12 de abril yo estaba en casa de Marcial, pues cuando el trabajo se prolongaba, por seguridad, yo pernoctaba en ella y dormía en el cuarto de Marcial.

Esa noche, como era normal, el se metió en la oficina en la que se quedaba todas la noches trabajando.

De repente se oyó un disparo, todos nos levantamos para indagar que sucedía y encontramos a Marcial en su oficina de trabajo, desplomado, muerto.

Se había suicidado”6 .

Luego del suicidio, Sánchez Cerén dice que pudieron confirmar lo que les habían informado los investigadores sandinistas; es decir, que Marcial había ordenado eliminar a Ana María, no obstante lo que éste afirmó en unas cartas en las que se declaraba inocente.

“La información de que disponíamos por las declaraciones de los reos y de sus propios archivos decía lo contrario”7 , afirma Sánchez Cerén

Para su libro recién lanzado, Sánchez Cerén seleccionó una serie de textos que colocó en los anexos con el propósito de que sus lectores puedan profundizar en los sucesos de abril, pero desde la versión oficial de las FPL.

Entre ellos figura un “Comunicado Oficial de las FPL”, del 9 de diciembre de 1983, firmado por los miembros de la Comisión Política de dicha organización, en el que se dice que: “Descubierto Carpio en su crimen, optó en su último acto de cobardía política por el suicidio, para evadir su responsabilidad y salvar su nombre ya manchado por la infamia que él mismo se echó encima”8 .

He estudiado a fondo los hechos que rodearon el suicidio de Marcial,9 por lo que considero justo plantear las siguientes aclaraciones:

1. La carta que escribió Marcial antes de suicidarse, no deja ninguna duda sobre las acusaciones que se hicieron en su contra cuando le propusieron trasladarlo a Cuba: “No puedo soportar el escarnio que se hace de mi persona, la torva insinuación en esa dirección, en la terrible perdida de la Comandante Ana María.

Rechazo esta injusta calumnia, aunque de ella se hagan eco los hermanos. Pero es más dolorosa la injusticia cuando viene de hermanos que de enemigos”10 .

2. Sánchez Cerén afirma que se encontraba en la casa de Marcial justo en el momento del suicidio.

Él dice que escuchó el disparo, se levantó y encontró a Marcial desplomado, muerto... Esta versión no coincide con el relato de la esposa de Marcial, Tula Alvarenga, que estaba precisamente en su casa con su esposo cuando éste se suicidó. Según ella, Sánchez Cerén llegó después, al enterarse de lo ocurrido.

3. En ninguna de las declaraciones de los reos implicados en el crimen de Ana María se menciona a Marcial como el autor intelectual.

Es más, en la declaración indagatoria de Rogelio Antonio Bazaglia Recinos (Marcelo) del 8 de mayo de 1984, más de un año después del suicidio de Marcial, éste reconoce que su decisión de ordenar el asesinato de Ana María” fue “estrictamente personal” y que Marcial “nada tuvo que ver”; “de haberlo sabido –afirmó Marcelo ante la autoridad judicial competente– hubiese estado en contra”11 . ¿A qué declaraciones se refiere entonces Sánchez Cerén?

4. El juez del Juzgado Segundo del Distrito del Crimen en Managua, que juzgó a los responsables del asesinato de Ana María, dejó claro en su sentencia que nunca se presentaron pruebas que respaldaran las acusaciones contra Marcial.

En alguna de sus partes estableció lo siguiente: “(...) de conformidad con el artículo 186 del Código de Instrucción Criminal, en razón de su fallecimiento debe sobreseerse en la presente causa a SALVADOR CAYETANO CARPIO (MARCIAL), mencionado por la Procuraduría Penal como autor intelectual del delito investigado.

Siendo opinión de esta autoridad que se adhiere a lo expresado por el defensor Gutiérrez Mayorga en su escrito de defensa, que no fueron aportada pruebas en el proceso que respalden tal imputación”12 .

¿Por qué Sánchez Cerén ahora, casi veinticinco años después de los trágicos sucesos de abril, aparece de nuevo acusando a Marcial, cuando los tribunales nicaragüenses sobreseyeron a su favor y aceptaron que no se presentó prueba alguna en su contra, y además, condenaron a Marcelo y a otros tres militantes de las FPL por el asesinato de Ana María?

5. Finalmente, es importante destacar que la mayoría de los miembros de la Comisión Política de las FPL que firmaron el Comunicado Oficial en contra de Marcial, no se encontraban en Managua el día del suicidio.

Éstos habían regresado unas semanas antes a El Salvador, luego de haber participado en la reunión del Comando Central de las FPL, que tuvo lugar del 25 de enero al 5 de febrero de 1983, en la ciudad de Managua. Es probable que Sánchez Cerén haya sido el único miembro de la Comisión Política que estaba presente.

San Salvador, 5 de febrero de 2008


1 Salvador Sánchez CEREN, Con sueños se escribe la vida, autobiografía de un revolucionario salvadoreño. Edición de Claudia Sánchez y Iosu Perales, Ocean Sur, México, 2008

2 Ibidem, p. 194

3 Ibidem

4 Marta Harnecker, Con la mirada en alto. Historia de las FPL, entrevistas a dirigentes de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) Farabundo Martí, Biblioteca Popular. El Salvador, 1991

5 Tomás Andréu, Los hechos que escribieron sueños, Revista Digital Contrapunto, El Salvador http://contrapunto.com.sv, enero 2008.
6 Ibidem, p. 194 y s.

7 Salvador Sánchez Cerén, Con sueños...op. cit., p. 196

8 Ibidem, p. 318. El Comunicado oficial de las FPL está firmado por Leonel González, Dimas Rodríguez, Milton Méndez, Salvador Guerra, Facundo Guardado, Mayo Sibrián, Ricardo Gutiérrez, Jesús Rojas, Valentín y Miguel Castellanos.

9 Ver: José Antonio Morales Carbonell, El suicidio de Marcial: ¿Un asunto concluido?, Revista ECA, Año XLIX, No. 549, El Salvador, julio de 1994.

10 Salvador Cayetano Carpio (Comandante Marcial), Palabras al heroico pueblo de El Salvador, a mi querida clase obrera y a la gloriosa FPL Farabundo Martí, Managua, abril de 1983.

11 Declaración indagatoria de Rogelio Antonio Bazaglia Recinos, Juzgado Segundo de Distrito del Crimen. Exp. 69, Folios Nos. 200-203, Managua, 8 de marzo de 1983.

12 Sentencia del Juzgado Segundo del Distrito del Crimen, copiada en el tomo XXXV, frente a los folios 194 al 203 del libro copiador de sentencias, Managua, 21 de mayo de 1984.

Fuente citada:
http://www.diariocolatino.com/es/20080212/articulos/52073/