FORO SOCIALISTA DE SOLIDARIDAD INTERNACIONAL CON LOS PUEBLOS DE LAS AMERICAS Y DEL MUNDO LA CRISIS DEL CAPITALISMO Y SU FASE SUPERIOR EL IMPERIALISMO

LA UNICA ALTERNATIVA DE CAMBIO

ES LA REVOLUCION PROLETARIA

POPULAR HACIA EL SOCIALISMO

Y NO FALSOS GOBIERNOS DE "CAMBIO"

DE EL FRENTE -FMLN- ARRIBISTA ABURGUESADO

CAPITALISTA-NEOLIBERAL

EL REFORMISMO-REVISIONISMO

DE LA "IZQUIERDA"

OPORTUNISMO DE DERECHA .

El colapso de la economía salvadoreña está por venir

Es lógico pensar que el colapso de la economía estadounidense arrastrará al resto de países satélites de su periferia, incluidos aquellos de capitalismo avanzado que poseen tecnología de punta y se cuentan como ricos y desarrollados. Europa, Japón, y China como principal tenedor de Bonos del Tesoro Estadounidense se verían afectados por la crisis económica. El Salvador, parte del patio trasero y ligado a Estados unidos por la inmigración y la moneda, sería uno de los países subdesarrollados que sufriría el colapso del gran país del norte.

En la Bolsas Europeas hay gran preocupación por la actual depresión causada por la deuda, donde los acreedores externos e internos justifican más mercado en los bienes y servicios Estatales, bajas de jubilaciones y por enfermedad, recortes sociales que afectan la economía de muchos ciudadanos. Dicho de otra manera, están descargando la crisis en las clases trabajadoras, sin tocar para nada al gran capital. Se incrementa por parte de los Estados el control social y las medidas represivas ante posibles estallidos como en Grecia, España y, últimamente, Inglaterra; al mismo tiempo afloran los partidos de extrema derecha y las tendencias racistas y xenófobas, los ataques armados contra grupos de inmigrantes y diversas instituciones democráticas y partidos políticos, como en Noruega.

“…en los años 2007 y 2008, comenzó un proceso estructural profundo,

el más grave desde la década del 30 del que no puede salirse

con medidas evolutivas y pacíficas y que va a requerir de ataques

a los trabajadores y a las masas populares,

lucha de clases y conflictos entre y al interior de los Estados,

mucho más violentos de los que hemos visto hasta ahora”. Paula Bach.

En el caso de El Salvador, continuar con una economía intervenida y bajo el paraguas de los EEUU conlleva arriegarse mucho más en los fracasos que los éxitos de la economía interventora. Aun con éxitos, nunca jamás veremos cambios sustanciales que mejoren el estándar de vida de las mayorías. La prueba está en que desde Enero de 2001 cuando el ex-presidente Francisco Flores empeñó la soberanía del El Salvador a Norte América con la “Ley de Integración Monetaria”, han huido del país hacia todas partes del mundo miles y miles de salvadoreños, principalmente a los Estados Unidos, hoy azotado por una profunda crisis económica.

En El Salvador con el cambio de moneda no beneficiaron al sector popular, los ricos son cada día más ricos y los pobres más pobres; además, se ha incrementado considerablemente la criminalidad y el desempleo, el trabajo precario, el narcotráfico, la delincuencia organizada y las llamadas pandillas, entre algunos males.El Salvador con una crisis económica crónica podría estar sujeto a estallidos sociales de mayor contundencia, lo único que hoy carecemos de una vanguardia y de un partido que canalice la inconformidad y la violencia revolucionaria de las masas como en las décadas de los 70s y 80s, pues el fmln actual, que fue una esperanza real de cambio desde su fundación, cada día se transforma en un partido más del sistema de dominación, sin marcar su diferencia ideológica del resto de partidos electoreros.

La crisis del capitalismo mundial en las condiciones de sumisión y dependencia que padecemos vendría a asentar aún más la pobreza y hacer casi imposible cualquier amago de cambio, cualquier reformismo a favor de las clases mayoritarias, pues las presiones de los acreedores ante los compromisos adquiridos, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, entre algunos, son tan fuertes que impiden la inversión de recursos financieros para reconstruir el tejido social desmantelado por décadas de imposición neoliberal y evasión de impuestos de las grandes empresas, con la complicidad gubernamental. Así, la deuda del Estado hay que pagarla pues los prestamistas viven de los intereses, no importa que la población desfallezca.

Mientras no se busquen alternativas nuevas y audaces de independencia económica, nunca jamás saldremos adelante ni desarrollaremos el país, con la posibilidad de levantamientos populares contra el sistema establecido que podrían ser ahogados nuevamente a sangre y fuego, como sucedió en el pasado.

El ALBA que avanza en América Latina podría ser alternativa para El Salvador, pero esta iniciativa no está en la agenda del “Gobierno del Cambio”, veremos pronto cuáles serán las recetas del “gurú de análisis económico del presidente Funes -leal al gobierno de Estados Unidos- ante esta crisis que hasta hoy sólo ha mostrado la punta del iceberg.

Lo cierto es que el colapso de la economía salvadoreña está por venir y descargarse en el sector popular. Esto sería el mal menor del gran capital, pero también sería el inicio de un estallido social sin precedentes.

Por Jaime Mejía
Colaboración desde Suecia

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